La alimentación y la agricultura son, sin duda, el sector más vulnerable para el Brexit, ya que el cambio potencial a los aranceles de la Organización Mundial del Comercio probablemente alcance los 800 millones de euros solo en el sector de la carne.
Pero no debería ser así, dice el nuevo informe del Instituto de Relaciones Internacionales y Europeas (IIEA), ubicado en Dublín. El informe sostiene que la agricultura puede usar la misma dinámica de post brexitis que ya se ha observado en otros sectores, como las finanzas.
Para mantener el acceso a los mercados europeos después de que Gran Bretaña abandone la UE, las compañías financieras abren sucursales en Irlanda, muchas de las cuales realizan operaciones regionales aquí.Aunque esto no será una solución instantánea a los enormes problemas que enfrenta el sector agrícola, pero en el caso de que un Brexit rígido traiga enormes aranceles a la exportación al Reino Unido, esta propuesta puede ser una salida.
"Algunos daños causados por el duro Brexit se compensarán si las empresas agroalimentarias británicas establecen plataformas de exportación en Irlanda para servir a sus mercados en la UE", dijo Frank Barry, profesor de negocios internacionales y desarrollo económico de Trinity.Irlanda recibirá el golpe más severo debido al Brexit y, según el Banco Central, el crecimiento económico en el país este año podría alcanzar solo el 1-1,5%.