Las preocupaciones sobre cómo justificar los crecientes costos de la entrega de Internet de alta velocidad a las áreas más remotas del país obligaron al gobierno a suspender nuevamente la decisión.
El 16 de abril, el primer ministro irlandés, Taoishah Leo Varadkar, estableció un plazo para que los ministros aprueben el Plan Nacional de Banda Ancha (NBP), pero este proyecto ni siquiera está en la agenda de la última reunión del Gabinete antes de las vacaciones de Pascua.
Dado que solo queda un postor para participar en la valiosa licitación, los funcionarios están haciendo lo que las fuentes llaman el "proceso de evaluación excepcional" para garantizar que el precio pagado por el despliegue de banda ancha de fibra óptica en más de 500,000 hogares y negocios sea adecuado.El costo final del proyecto puede superar muchas veces los 500 millones de euros iniciales proyectados. Se estima que los costos pueden variar de 2 a 3 mil millones de euros.
El ministro de Comunicaciones, Richard Bruton, dijo que la "diligencia debida" está a punto de completarse, pero esta es una "decisión importante", y esto requiere "tiempo y espacio". En la oposición, la demora en resolver el problema de Internet rural se denominó "traición" y "farsa".